Recomendaciones para evitar un ACV


Desde cualquier edad podemos prevenir los ataques cerebro vasculares (ACVs), sobre todo si empezamos cuando estamos sanos. No obstante, si ya tenemos algún riesgo, siempre podemos hacer algo más para evitar su incremento.

Estos son algunos consejos sencillos que podemos seguir para prevenir un (ACV).
 
Conoce tu tensión arterial       
Saber cuál es nuestra presión arterial es un buen comienzo, ya que la tensiónalta aumenta el riesgo de tener un ACV.  Al menos una vez al año debemos hacer que nos tomen la presión arterial bien sea por nuestro médico, las personas que trabajan en los centros de salud, o mediante aparatos electrónicos.  Recuerda, la tensión es normal hasta 120 / 80.

Controla tu pulso           
Existe una condición muy común llamada fibrilación auricular; esta hace que el latido del corazón sea irregular y puede crear coágulos que pueden irse por las arterias al cerebro y causar un ACV.  Aunque el riesgo de esta enfermedad es mayor con la edad, puede detectarse de una manera relativamente fácil.  Si te tomas el pulso de manera regular, y notas que este es irregular puedes detectar a tiempo esta enfermedad antes que cause mayores problemas.

Controla el azúcar       
Si eres diabético, o alguien querido es diabético, es importante controlar muy bien los niveles de glucosa en la sangre; ya que la diabetes mal controlada aumenta el riesgo para un ACV.


Conoce los niveles de grasas en la sangre          
El exceso de grasa en la sangre puede ayudar a que se tapen las arterias, esto es especialmente cierto para el colesterol, por eso es conveniente preguntarle a tu doctor sobre cómo y cuándo debe estudiarse el colesterol.

No fumar          
El cigarrillo tiene una gran cantidad de tóxicos que aparte de producir cáncer, también dañan las arterias y hacen que estas se tapen.  La única forma de estar a salvo es no fumar, y ayudar a todos aquellos que fuman a dejarlo.

Poco alcohol    
El alcohol sobre todo en cantidades mayores a un trago diario se ha visto implicado en la producción de ACV, por eso debe moderarse su consumo.


Promover un estilo de vida sano           
Tener un estilo de vida sano, con ejercicio regular y dieta adecuada, ha mostrado que disminuye el riesgo.  Para que esto tenga efecto, debe hacerse ejercicio al menos 5 veces a la semana y consumir una dieta baja en grasas, harinas y sal, además de consumir al menos 5 porciones diarias de frutas (sobre todo blancas) y verduras.



Reconocer los “pre – infartos cerebrales”         
Al igual que el corazón, el cerebro también puede tener episodios previos que tienen los mismos síntomas que un ACV, pero se mejoran rápidamente y solos.  Es importante saber que estos episodios llamados “Ataques Isquémicos Transitorios”, son en realidad tan graves como un ACV, ya que generalmente son una advertencia y debe consultarse inmediatamente al servicio de urgencias.



Juan Camilo Vargas. MD
Especialista en Neurología
Clínica de Marly- Hospital El Tunal

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