La enfermedad
de parkinson, es una enfermedad neurodegenerativa, eso quiere decir que las
neuronas de algunas partes del cerebro se van lesionando y mueren antes de
tiempo. Las células más afectadas son aquellas que se encuentran en la
sustancia nigra y que producen un neurotransmisor llamado dopamina; esta
sustancia va a estimular otro grupo de neuronas para ayudar en el control de
los movimientos.
Consecuentemente
observamos que el paciente va a presentar los síntomas más llamativos de la
enfermedad como temblor, lentitud, rigidez y alteración en la marcha con la
inestabilidad postural. Adicional a la pérdida de las neuronas que
producen la dopamina, también se alteran
muchas otros grupos de neuronas, por lo tanto el paciente con enfermedad de
parkinson puede presentar muchos otros síntomas.
No se sabe
exactamente cuál es la causa de la enfermedad; en aproximadamente el 10% de los
casos se han encontrado alteraciones genéticas y en algunos estudios se ha
encontrado asociación de la enfermedad con antecedentes de exposición directa a
pesticidas muy comunes en la fumigación en plantaciones, y también en traumas
craneanos crónicos contundentes pero no hay una relación directa.
Los síntomas
más llamativos son los anotados previamente, temblor, lentitud (bradicinecia),
rigidez, alteración en la marcha e inestabilidad postural, y como se mencionó
anteriormente pueden encontrarse más de 80 síntomas diferentes en la
enfermedad, algunos de los cuales son;
alucinaciones, alteraciones en la memoria, en el afecto con depresión
ansiedad y apatía entre otros.
Además, alteraciones en el sueño, en el sistema
gastrointestinal, en los esfínteres urinarios y rectal, en la piel, sudoración,
cambios de temperatura, cambios súbitos en la tensión arterial, cambios
cardiacos, entre otros. Cada paciente es
diferente y debe ser evaluado adecuadamente teniendo en cuenta todas las
posibles complicaciones de la enfermedad; se debe anotar que las medicaciones
indispensables en el control de la enfermedad también pueden presentar o
exacerbar los síntomas de la enfermedad tales como disquinesias, alucinaciones,
alteraciones en la tensión arterial, impulsividad, compulsividad, etc.
El tratamiento
de la enfermedad es diferente en cada paciente, lo anterior debido a que cada
paciente presenta síntomas diferentes y puede requerir medicaciones de uno u otro
tipo y en diferentes dosis.
Es importante
anotar que una buena alimentación con ingesta de frutas y verduras y abundantes
líquidos ayudan en el estreñimiento, se debe evitar el consumir proteínas que
interfieran no solo con la absorción de las medicaciones sino también que se
asocien a estreñimiento, tales como las carnes rojas.
El ejercicio
también es importante, y se debe busca mantener una adecuada postura,
flexibilidad y agilidad. Mantener el
patrón de marcha es uno de los objetivos
del ejercicio.
La cirugía de
la cual se ha hablado bastante en los últimos anos, tiene indicaciones
estrictas y solo el 10% de los pacientes realmente serán candidatos a la
cirugía. Los pacientes mal seleccionados pueden presentar complicaciones y
existe una muy alta probabilidad de que
la cirugía no le funcione, con las consecuentes frustraciones y pérdidas.
OSCAR BERNAL, MD.
Médico Universidad Nacional, Neurólogo Universidad Militar Nueva Granada,
Fellow Movement Disorders- DBS University of Florida. Docente Hospital Militar Central,
Co-director Clínica de Movimientos Anormales Clínica Nueva.
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