Durante
la actividad física, el cuerpo humano debe realizar ajustes en sus diferentes
sistemas para suplir las demandas de energía y oxígeno. La función cerebral
también se modifica con el ejercicio, incluso se ha demostrado que la actividad
física podría mejorar la función cognoscitiva y tener un efecto protector sobre
la injuria neuronal que ocurre en las enfermedades neurodegenerativas como la
demencia tipo Alzheimer.

En
reposo, el cerebro utiliza glucosa como la principal fuente de energía. Con el
ejercicio, existe un incremento en la actividad metabólica cerebral y en sus
requerimientos energéticos. Como consecuencia y de forma compensatoria el
tejido cerebral utiliza otras sustancias como el ácido láctico para mantener la
actividad neuronal. Aunque la actividad física beneficia directamente las
neuronas aumentando el flujo sanguíneo y el aporte de oxígeno al sistema
nervioso, también protege la función del cerebro de forma indirecta por sus
virtudes sobre el sistema cardiovascular. Al disminuir el riesgo cardiovascular
se protege un componente importante del cerebro conocido como sustancia blanca,
que es fundamental para la transmisión de la información neuronal.
El
ejercicio también promueve cambios estructurales en el cerebro. Diversos
estudios han demostrado que las personas que realizan actividad física tienen
un mayor volumen cerebral en estructuras importantes para la memoria y la
función cognoscitiva como el hipocampo y el lóbulo temporal.
Para
alcanzar el efecto protector que tiene la actividad física sobre el cerebro no
se requieren rutinas extenuantes, dispendiosas o extremadamente largas. El
Colegio Americano de la Medicina del deporte recomienda a los adultos sanos
completar 150 minutos semanales de actividad física de intensidad moderada. Realizar
ejercicios aeróbicos de forma regular como caminar, trotar, bailar, esquiar y
pedalear de forma regular; junto con una dieta saludable, actividades de
entrenamiento mental e interacción social, son indispensables para mantener un
cerebro sano.
Detrás del "enhanced brain" o del fortalecimiento cerebral, se han tejido diferentes mitos, de hecho se presta para actividades de estafa como suplementos bio-multivitamínicos o software costosos que promete algunos cambios, diversos estudios apuntan que el ejercicio físico, dieta, relajaciones interpersonales adecuadas, manejo de estrés y aprender a tocar un instrumento logran fortalecer algunas áreas del cerebro generando mayor capacidad y reserva cognitiva. Gracias ACN por divulgar esta información y hacerla digerible para las personas.
ResponderEliminarMuy buen artículo, gracias por su publicación, quiero saber qué hacer en un proceso vertiginoso que tengo, como puedo hacer llegar más oxígeno a mi cerebro, los mareos son muy fuertes, les agradezco sus comentarios, alguna información mi correo es freider1235@gmail.com. gracias.
ResponderEliminarEs necesario la.consulta con el med Neurologo especialista para El Diagnostico y El ejercicio que le sirve.
ResponderEliminarMe diagnosticaron la enfermedad de Parkinson hace cuatro años. Durante más de dos años, dependí de la levodopa y otros medicamentos, pero lamentablemente, los síntomas empeoraron. Los temblores se hicieron más notorios y mi equilibrio y movilidad comenzaron a deteriorarse rápidamente. El año pasado, entre la desesperación y la esperanza, decidí probar un programa de tratamiento herbal de la Clínica Herbal NaturePath. Sinceramente, al principio era escéptica, pero a los pocos meses de comenzar el tratamiento, empecé a notar cambios reales. Mis movimientos se volvieron más fluidos, los temblores disminuyeron y me sentí más estable. Increíblemente, también recuperé gran parte de mi energía y confianza. Ha sido una experiencia transformadora; me siento yo misma de nuevo, mejor que en años. Si usted o un ser querido padece la enfermedad de Parkinson, le recomiendo que considere su enfoque natural. Puede visitar su sitio web en www.naturepathherbalclinic.com
ResponderEliminar